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Colombia enfrenta un futuro incierto debido al Cambio Climático
Colombia hoy se enfrenta a un futuro incierto debido al Cambio Climático. Su Biodiversidad y geografía de contraste, se ve cada año más presionada ante los efectos que esto genera. Según el IDEAM y el Ministerio de Ambiente para 2025, se proyectan eventos climáticos extremos más frecuentes e intensos, como sequías prolongadas, inundaciones y deslizamientos de tierra, que pondrán a prueba la resiliencia de los ecosistemas y comunidades del país.
Ante un diciembre que se esperaba con altas precipitaciones como el mes de noviembre, la ausencia de lluvias ha confirmado la llegada de la nueva temporada seca en Colombia. Esto confirma el último anuncio de la organización meteorológica mundial (OMM) que afirma que 2024 va a convertirse en el año más cálido de la historia.
El calentamiento de la atmósfera y de los océanos impidió el desarrollo del Fenómeno de la Niña que se tenía previsto desde el mes de julio y con el cual se esperaba la recuperación de los embalses más importantes del país, que hoy tiene a ciudades como Bogotá en razonamientos de agua por sectores cada semana.
La Unidad de Planificación Minero Energética (UPME) informó, además, que en 2024 la disminución de los niveles de los embalses hidroeléctricos en promedio fue de un 30% a 40% superando niveles históricos para la misma época en años anteriores, lo que generó un Aumento en el costo de la energía: El costo de generación de energía eléctrica aumentó en un 10% a 15% debido a la mayor dependencia de fuentes térmicas.
Los acuerdos internacionales para enfrentar el Cambio Climático no son suficientes
Enfrentar el cambio climático es también una responsabilidad del sector empresarial, que en conjunto con los gobiernos y la sociedad civil deberán encontrar nuevas alternativas. Aunque la unión público-privada y sociedad es fundamental, el panorama hoy es muy incierto en ese sentido. Un ejemplo es el resultado de la COP 19 (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) realizada en el mes de noviembre. Aunque logró alcanzar algunos acuerdos importantes, muchos expertos expresaron su decepción con los resultados finales.
Las principales razones por las que se considera que la COP29 no fue tan positiva como se esperaba son las siguientes:
Falta de ambición en la reducción de emisiones: Si bien se establecieron nuevos objetivos, muchos expertos consideran que estos no son lo suficientemente ambiciosos para limitar el calentamiento global a 1.5°C, como se establece en el Acuerdo de París.
Financiamiento climático insuficiente: Los países desarrollados no cumplieron con sus compromisos de financiamiento climático para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse al cambio climático y mitigar sus emisiones.
Falta de avances en la eliminación gradual de los combustibles fósiles: A pesar de las crecientes evidencias científicas, no se logró un acuerdo claro y contundente sobre la necesidad de eliminar gradualmente el carbón, el petróleo y el gas.
Falta de medidas concretas para la adaptación: Si bien se avanzó en la definición de indicadores para la Meta Global de Adaptación, los mecanismos de financiamiento y las acciones concretas para ayudar a los países a adaptarse a los impactos del cambio climático siguen siendo insuficientes.
Lentitud en la implementación de los acuerdos: Muchos de los acuerdos alcanzados en las COP anteriores aún no se han implementado de manera efectiva, lo que genera dudas sobre la capacidad de los países para cumplir con sus compromisos.
En resumen, la COP29 representó un paso adelante en las negociaciones climáticas, pero no fue suficiente para abordar la urgencia y la escala de la crisis climática. Los expertos consideran que se requieren acciones mucho más ambiciosas y coordinadas a nivel global para evitar los peores impactos del cambio climático.
¿Cómo puede aportar el sector empresarial para enfrentar y mitigar los efectos de la temporada seca?
Ante esto los países en desarrollo como Colombia y el sector empresarial deben asumir acciones a corto plazo que les permitan ser resilientes ante lo efectos del cambio Climático, fomentado la conciencia y la acción. un ejemplo, es como de forma anticipada llega una nueva temporada seca, que podrá a prueba a todos los sectores en especial al empresarial.
En este sentido se deberá generar acciones pequeñas que juntas pueden generar grandes cambios como:
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Ahorrar agua: Implementar sistemas de riego eficientes, reutilizando aguas grises, fomentar el uso de inodoros de bajo flujo y capacitar a los colaboradores en hábitos de ahorro.
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Generar energía limpia: Invertir en paneles solares o fuentes de energía renovable para reducir tu huella de carbono y disminuir la demanda energética en horas pico será una herramienta positiva.
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Gestionar los residuos: Separar y reciclar los residuos orgánicos para crear compost y reducir la cantidad de basura que va a los rellenos sanitarios.
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Concientizar a los colaboradores: Organizar talleres y campañas de sensibilización sobre la importancia del agua y la sostenibilidad.
La temporada seca también puede ser una oportunidad para transformar las empresas y mejorar sus modelos de negocio a unos más sostenibles, que redundará en beneficios como:
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Reducción de costos: El ahorro de agua y energía puede generar importantes ahorros en las facturas.
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Mejora de la imagen: Demostrar el compromiso con el medio ambiente ayudará a atraer y retener talento, además de fortalecer la reputación de las marcas.
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Resiliencia ante el cambio climático: Al implementar prácticas sostenibles, las empresas estarán mejor preparada para enfrentar los desafíos del futuro.
Finalmente, las empresas podrán ofrecer soluciones prácticas que permitan mejorar su eficiencia en el cuidado y protección de la casa común. En el sector agrícola por ejemplo se pueden implementar acciones como:
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Revisar los sistemas de riego que eviten desperdicio del agua.
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Instalar sensores de fugas para detectar y reparar rápidamente cualquier fuga de agua.
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Capacitar los colaboradores sobre como identificar y solucionar problemas relacionados con el consumo de agua y energía.
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Ofrecer incentivos para motivar a los colaboradores a adoptar hábitos más sostenibles a través de reconocimientos o premios.
Es importante destacar que enfrentar el cambio climático requiere un esfuerzo conjunto de todos los sectores de la sociedad, desde el gobierno hasta las empresas y los ciudadanos, para que en este 2025 nos unamos con aumentar el trabajo en pro de la protección de nuestro planeta.