La bicicleta como medio de transporte sostenible en Bogotá

En América latina el transporte genera aproximadamente el 30% de las Emisiones que contaminan el aire, convirtiendo a ciudades como México y Bogotá en las primeras de Latinoamérica con un mal índice de calidad del aire por periodos del año, según informe de IQAir presentado el 22 de febrero de 2024.

Es por esto que las principales ciudades de la región incluida Bogotá, avanzan en la búsqueda de encontrar mejores alternativas que mejoren los malos índices de calidad del aire.

La movilidad sostenible incentiva la generación de nuevos transportes alternativos como las bicicletas, que además de contribuir en la disminución de las emisiones, construye nuevos estilos de vida.

Bogotá es ejemplo de ello, pues según datos de la Alcaldía Mayor, miles de capitalinos utilizan las ciclorrutas de la ciudad. Son más de 600 kilómetros de carriles solo para bicicletas, convirtiendo a la ciudad en el mayor referente latinoamericano, donde al menos el 6.5% de los viajes que se realizan en la urbe son en bicicleta.

Amplia esta información en el Informe “Movilidad Sostenible: enfoques de acción y Caso Bogotano

Aunque es un gran logro para la movilidad sostenible, las ciclorrutas con las que cuenta la ciudad son el trabajo de aproximadamente 5 décadas, lo que muestra que aún falta mucho para fortalecer las políticas públicas alrededor de la sostenibilidad, y acelerar estos procesos que generan bienestar y esperanza de vida.

Bogotá ha ido entendiendo que la bicicleta debe ir más allá de ser una alternativa de recreación, la ha convertido en un estilo de vida que aporta a una sociedad más saludable, mejora las interacciones familiares y sociales y, contribuye con el cuidado de nuestra “Casa Común”

El objetivo a mediano plazo es depender lo menos posible de las fuentes de combustión, usar menos transporte particular y más transporte público y activo (bicicleta y caminar).

Tembici un aporte empresarial a la sostenibilidad

Asociada a la movilidad con bicicleta se encuentra Tembici, una empresa que tiene un Sistema de Bicicletas Compartidas en colaboración con la Secretaría de Movilidad. Desde su inicio en 2022, el sistema ofrece el servicio de alquiler de bicicletas con opciones de pago con asociaciones financieras que ofrecen tarifas especiales. Sin embargo, la ciudad y el Sistema enfrentan desafíos como el hurto de bicicletas, con un promedio de robo cada 42 minutos, y la exposición a la contaminación atmosférica en las rutas principales, por lo que urge generar condiciones de mayor seguridad y salud a los ciclistas.

No es un secreto que existe una preocupación en ascenso de la ciudadanía por los delitos que ocurren en la ciudad, y el transporte no es ajeno a esta visión. De nada sirve tener vías para las bicicletas, si los habitantes nos las utilizan por miedo a ser víctimas de robo u otras situaciones que conlleva la falta de seguridad. 

Para las empresas, generar estrategias que fortalezcan la confianza de los pasajeros en los distintos medios de transporte es esencial y mitiga riesgos que se puedan presentar antes, durante y después de los trayectos. Pero también es necesario, la intervención de gobiernos locales, regionales y nacionales, que fortalezcan las estrategias de seguridad para los ciudadanos.