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La Bioeconomía permite a Empresas colombianas crear medicamentos para el cáncer o productos estéticos

DreemBio y Selvacéutica son ejemplo de cómo las empresas pueden incorporar la biodiversidad en los sistemas productivos  

La COP16 va llegando a su final y con relación a este evento el Laboratorio de Sostenibilidad Empresarial de la Pontificia Universidad Javeriana a través de su informe “Biodiversidad: el camino a la resiliencia empresarial” quiso hacer un aporte de conocimiento con relación a la necesidad de entender la dependencia que tienen todos los actores gubernamentales, privados y sociedad en general, con la naturaleza.

Te puede interesar, Lee y descarga el informe completo “Biodiversidad: el camino a la resiliencia empresarial”

https://labsostenibilidad.javeriana.edu.co/documents/5898001/6068198/infrome-biodiversidad-el-camino-a-la-resiliencia-empresarial-laboratorio-de-sostenibilidad-empresarial-pontificia-universidad-javeriana.pdf/3966ebc4-dafe-c739-18a6-bedeac72a2d5?t=1727884043294

En dicho informe, se desarrolla una conversación alrededor de la bioeconomía que se consolida como un motor de desarrollo sostenible para el país y que permite el aprovechamiento de distintos recursos en especial de la biodiversidad, con el propósito de diversificar la economía y que responda a indicadores como la igualdad, la protección de nuestra casa común y la mitigación de efectos que causan el cambio climático.

El sector empresarial será fundamental para el desarrollo de la bioeconomía en Colombia, donde se aproveche el conocimiento y la investigación para encontrar nuevas alternativas. Empresas como DreemBio y Selvaceútica, son ejemplo de cómo las organizaciones han atendido la dependencia de la naturaleza para encontrar nuevas alternativas desde el conocimiento, que promuevan no solo el uso de los recursos para la producción, si no alternativas sustentables que le devuelvan al medio ambiente lo que tanto tomamos de él.

DreemBio, del conocimiento tradicional de la biodiversidad a la soberanía farmacéutica

DreemBio es una empresa colombiana que basa su oferta en el uso de la biodiversidad. Han creado una nueva cadena de valor que usa propiedades de las plantas para la generación de fitomedicamentos para el tratamiento del cáncer. Según Susana Fiorentino, directora científica y fundadora, el reconocimiento de los conocimientos tradicionales de las plantas en procesos etnobotánicos, permite aprender el uso medicinal que le han dado diferentes comunidades a lo largo de la historia.

Desde el enfoque de la inmunología, las plantas pueden generar respuestas inmunes y muchos de ellas son desarrolladas como medicamentos. La suma de estos mundos de conocimientos ha dado origen a medicamentos que son coadyuvantes en el tratamiento del cáncer a partir de la biodiversidad colombiana.

Susana habla, especialmente, del dividivi, la planta cuyas propiedades ha utilizado en la producción farmacéutica. El conocimiento tradicional de las propiedades de la planta, ha permitido identificar los componentes activos que tienen actividad biológica frente al cáncer (particularmente la función mitocondrial y la respuesta inmune) para luego comprender cual es la mezcla de compuestos que tienen estas propiedades para poder escalarlos.

Del desarrollo del medicamento se generó una patente que permite ahora obtener financiación y seguir con el proceso. La cadena de valor inicia con la producción de los árboles, en asocio con Caidvandre, otra de sus empresas, para luego ser vendidos o distribuidos a agricultores de Villa de Leyva. Con los agricultores se ha hecho un trabajo de divulgación sobre las propiedades de la planta y las posibilidades de generar ingresos a partir de un producto que normalmente caía en el suelo, con una retribución que se equipara a otros productos de exportación (y que suelen ser producidos en monocultivos y con agroquímicos). Luego de que el producto sale al mercado, parte del dinero recaudado va a los campesinos recolectores y productores de dividivi, a MinAmbiente y a la Universidad (por los procesos de investigación, como por regalías asociadas al uso de la biodiversidad).

  • Soberanía farmacéutica:

Desde DreemBio también se discute sobre el fomento a la consolidación de una “farmacéutica nacional”, que permita el uso soberano de su biodiversidad. Dentro de las principales limitaciones para que esto sea posible están las normativas, especialmente su falta de claridad y los tiempos de respuesta (en comparación con normativas europeas y estadounidenses cuyos procesos, aunque impliquen mucho trabajo, son claros y precisos). Ahora mismo esto significa privilegiar la compra de medicamentos extranjeros sobre la producción local. La soberanía farmacéutica significa que Colombia sea capaz de producir sus propios medicamentos, y, de la mano, usar y proteger su propia biodiversidad.

Selvacéutica: innovación y tradición desde el corazón del Chocó

Por su parte Selvacéutica es una empresa de base tecnológica que revitaliza el territorio y la cadena de valor de activos bioculturales, colaborando con más de 600 agricultores y proveedores de materias primas derivadas de la rica biodiversidad del Chocó Biogeográfico. Desde su creación en 2015, Selvacéutica se ha dedicado a preservar los conocimientos ancestrales a través de sus productos, promoviendo una economía circular que integra subproductos y coproductos, asegurando que nada se desperdicie.

Luna Valdez, junto a su madre Mabel Torres y un grupo de mujeres emprendedoras, descubrieron en las plantas del Pacífico colombiano la oportunidad de desarrollar productos como jabones líquidos, cremas humectantes y champús, hechos con ingredientes naturales y saberes ancestrales. Luna explica que la idea surgió para generar cadenas de valor entre los conocimientos tradicionales y las tecnologías avanzadas disponibles en el Chocó, con el objetivo de fomentar la ciencia, la tecnología y la innovación en la región.

Con el paso del tiempo, Selvacéutica ha logrado expandirse más allá de su región, destacándose por sus fórmulas innovadoras y de alta calidad. Este emprendimiento ha mejorado la vida de más de 400 familias locales, comprando insumos a pequeños productores en una zona afectada por la violencia y la falta de oportunidades.

Sin embargo, el camino del emprendimiento en las regiones colombianas ha estado lleno de desafíos. Luna señala que obtener financiamiento, atraer talento capacitado a las áreas periféricas y disponer de la infraestructura adecuada han sido obstáculos significativos. A pesar de estas dificultades, Selvacéutica ha conseguido distribuir sus productos en toda Colombia a través de diversas plataformas de comercio electrónico, gracias a su enfoque en el proceso social, investigativo, científico y el amor profundo por su territorio.

Selvacéutica es un ejemplo inspirador de cómo la asociación y el aprovechamiento de productos locales pueden fomentar el desarrollo de conocimientos ancestrales. Luna anima a otras mujeres emprendedoras a perseverar, capacitarse y comprender el mercado, destacando que, aunque el camino empresarial no es sencillo, es posible crecer y fortalecer tanto el negocio como el valor personal.

Si todo el sector empresarial entiende la necesidad de proteger la biodiversidad y hacer un buen uso de ella, Colombia enrutará su camino en ser un país innovador y competitivo a nivel internacional, garantizando el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad de su territorio que redundará en el bienestar integral de todos los colombianos.